¿Cómo salir de la deuda?

Considere estos nueve pasos para salir de la deuda. Los pasos son fáciles, pero seguirlos requiere disciplina. El objetivo es llegar a un Día D “Día sin deudas” cuando uste sea completamente libre de deudas.

  1. Orar y obedecer:

En 2 Reyes 4:1-7, leemos sobre una viuda a quien sus acreedores amenazaron con la pérdida de sus hijos. Cuando fue a Eliseo en busca de ayuda, él le dijo que pidiera prestado muchas vasijas vacías a sus vecinos. Entonces Dios multiplicó su única posesión (una pequeña cantidad de aceite) hasta que se llenaron todos los frascos. La mujer vende el aceite y paga sus deudas para liberar a sus hijos. (¡Y suponemos que devolvió las vasijas prestadas!).

El mismo Dios que proveyó sobrenaturalmente a la viuda está interesado en liberarlo a usted de las deudas. El primer paso es orar. Busque la ayuda y guía de Dios en su viaje hacia el “Día sin deudas”. Él puede actuar inmediatamente o lentamente en el tiempo. En cualquier caso, la oración es esencial.

A medida que las personas comienzan a eliminar las deudas, he visto como El Señor bendice su fidelidad en innumerables ocasiones. Incluso si solo puede realizar un pequeño pago mensual de su deuda, por favor hágalo. Dios puede multiplicar sus esfuerzos. Cuando ore, pídale a Dios que ponga a otros en su vida que con mucho gusto compartirán su sabiduría y experiencia con usted para ayudarle a alcanzar sus metas.

  • Venda lo que no está utilizando.

Evalúe sus posesiones para determinar si debe vender algunas para ayudarle a salir más rápidamente de la deuda. ¿Qué pasa con la ropa que ya no usa? ¿Y el conjunto de palos de golf que solo está acumulando polvo? ¿Hay algo que pueda vender para que le ayude a salir de la deuda?

  • Decida qué deudas va a pagar, siguiendo el Plan para Prosperar.

En la meta 2 del Plan para Prosperar (incluido al final de este libro), podrá centrarse en el pago de sus tarjetas de crédito, ya que por lo general estas tienen la mayor tasa de interés. En la Meta 3, podrá borrar su deuda de consumidor: los préstamos para automóviles, préstamos estudiantiles, préstamos con garantía hipotecaria, deudas médicas, y así sucesivamente. Y en la Meta 5, comienza a acelerar el pago de la hipoteca de su casa.

Desarrolle un plan de gastos. Un plan de gastos le da la libertad para emplear el dinero con un propósito o con una estrategia. Eso simplifica las decisiones diarias y asegura que sus prioridades se cumplan. Mientas más endeudado esté, más restrictivo tendrá que ser su plan de gastos mientras paga sus deudas.

  • La estrategia de la bola de nieve.

Pague sus deudas más pequeñas de tarjetas de crédito.

Revise sus deudas de tarjetas de crédito. Además de hacer los pagos mínimos de todas sus tarjetas, enfóquese primeramente en acelerar el pago de su deuda de tarjeta de crédito más pequeña y de más alto interés. Usted se sentirá animado a medida que experimente el progreso y finalmente, terminará eliminando esa deuda.

Después de pagar la primera tarjeta de crédito, aplique su pago a la siguiente deuda de tarjeta más pequeña.

Después de pagar la segunda tarjeta, aplique lo que ha pagado en la primera y la segunda a la tercera tarjeta de crédito más pequeña, y así sucesivamente. ¡Esa es la estrategia de bola de nieve en acción!

Pague completamente su deuda más pequeña de consumidor.

Una vez que haya pagado todas sus tarjetas de crédito, concéntrese en el pago de sus deudas de consumo exactamente de la misma manera que acabó con las deudas de tarjetas de crédito. Realice los pagos mínimos de todas sus deudas de consumo, pero enfóquese primeramente en acelerar el pago de la deuda de consumo más pequeña que tenga y que más alta tasa de interés posea.

Entonces, después de pagar la primera deuda de consumo, aplique su pago a la siguiente más pequeña. Después de pagar la segunda, aplique lo que paga en la primera y la segunda para pagar la tercera y así sucesivamente. Este método le proporcionará pequeños éxitos para mantener la motivación y los pagos que van creciendo constantemente acelerarán el pago de sus deudas más grandes.

Muchas personas retrasan el pago de sus acreedores hasta que el plazo vence, incluso cuando tienen dinero. Sin embargo, esto no es bíblico. Proverbios 3:27-28 dice: “No te niegues a hacer el bien a quien es debido, cuando tuvieres poder para hacerlo. No digas a tu prójimo: anda, y vuelve, y mañana te daré, cuando tienes contigo qué darle”

Las personas piadosas deben pagar sus deudas y facturas tan pronto les sea posible. Algunos tratan de pagar cada factura el mismo día que las reciben para demostrar a los demás que conocer a Jesucristo los ha hecho financieramente responsables.

  • Considere ganar ingresos adicionales.

Muchas personas tienen trabajos donde su salario es simplemente insuficiente para poder pagar sus deudas con la rapidez necesaria. Un trabajo a tiempo parcial por un tiempo, puede marcar una gran diferencia en la rapidez para llegar al “Día D sin deudas”.

  • Controle el uso de las tarjetas de crédito.

Una ola de solicitudes de tarjetas de crédito abruma nuestros buzones. Muchas de las tarjetas tratan de seducirnos con ofertas de bajos intereses que en unos meses se elevan a altos niveles. Las tarjetas de crédito no son pecaminosas, pero sí son peligrosas.

Una forma de limitar las tentaciones de tarjetas adicionales y hacer que la hora de la cena sea más pacífica, es optar por no recibir llamadas de telemercadeo ni ofertas de tarjetas de crédito pre-aprobadas por correo.

Cuando las personas usan tarjetas de crédito en lugar de dinero en efectivo, gastan alrededor de un tercio más, ya que no se siente como dinero real; es solo plástico. Como un comprador le dijo a otro: “Me gustan mucho más las tarjetas de crédito que el dinero, porque llegan mucho más lejos”. Por desgracia, con demasiada frecuencia esta falsa creencia mantiene a las personas atrapadas en la deuda de por vida.

Si usted no paga la totalidad del saldo de la tarjeta de crédito al finalizar cada mes, puede que tenga que hacerse alguna que otra cirugía plástica. ¡Una buena tijera dará resultado!

  • Conténtese con lo que tiene.

Las agencias de publicidad emplean métodos poderosos para lograr que compremos. Con frecuencia, el mensaje se enfoca en fomentar el descontento con lo que tenemos. He aquí un ejemplo de esta estrategia:

No hace mucho tiempo, una empresa estadounidense abrió una nueva planta en América Central debido a que la mano de obra era relativamente barata. Todo fue bien, hasta que los lugareños recibieron su primer cheque de pago; después no volvieron a trabajar. Varios días más tarde, el gerente se dirigió al representante del pueblo para determinar la causa del problema. El jefe respondió: “¿Por qué trabajar? Ya tenemos todo lo que necesitamos”. La planta estuvo inactiva durante dos meses hasta que a alguien se le ocurrió la idea de enviar un catálogo de pedidos por correo a todos en el pueblo. Desde entonces, ya no ha habido más problemas de empleo. Claro, este es un ejemplo extremo y que no debe usarse para denigrar lo piadoso de trabajar, pero explica la esencia.

Vea estas tres realidades de nuestra economía impulsada por el consumo:

  • Mientras más televisión vea o más navegue en internet, más probabilidades hay de que gaste dinero.
  • Mientas más catálogos y revistas lea más dinero gasta.
  • Mientras más vaya de compras, más gasta.

Hay un pasaje interesante en 1 Timoteo 6:5-6:

“…Hombres de mente depravada, que están privados de la verdad, que suponen que la piedad es un medio de ganancia. Pero la piedad, en efecto, es un medio de gran ganancia cuando va acompañada de contentamiento (LBLA). Cuando estamos contentos con lo que tenemos y esperamos para comprar hasta que podamos hacerlo con dinero en efectivo, esa ya es una gran ganancia.

Aprenda a confiar en Dios para que pueda experimentar el autocontrol. Parece una paradoja, pero es la clave para salir de la deuda y permanecer sin  deudas. Otra forma de experimentar satisfacción y de romper el dominio que el materialismo tiene sobre su corazón es a través de donaciones. La generosidad es la cura para “desear cosas”. Comience por dar el 10 % de sus ingresos con el objetivo de apoyar la obra de Dios para demostrar que Él es la máxima prioridad en su vida.

  • Considere un cambio radical en su estilo de vida.

Un creciente número de personas ha disminuido su nivel de vida de manera significativa para salir más rápidamente de la deuda. Algunos han reducido sus casas, han rentado apartamentos o han ido a vivir con miembros de la familia. Muchos han vendido sus autos con grandes pagos mensuales y han comprado otros más baratos por dinero en efectivo. En resumen, han sacrificado su nivel de vida por un tiempo y así poder salir de sus deudas de manera más rápida. Esta es una de esas áreas de la vida en la que menos es más. Los que han disminuido su estilo de vida para salir de la deuda a menudo encuentran que son más felices y más satisfechos con menos cosas.

  • ¡No se rinda!

El último paso puede ser más difícil. El 29 de octubre de 1941, Winston Churchill, primer ministro de Inglaterra, pronunció un discurso de graduación. La segunda guerra mundial estaba devastando a Europa y el destino de Inglaterra estaba en duda. Churchill se puso en pie y dijo: “¡Nunca nos rendiremos! Ceder… nunca, nunca, nunca, nunca, nunca en nada, ni enorme ni diminuto, ni grande ni pequeño – no cedan, salvo a las convicciones de honor y buen sentido”.

Nunca cese en su esfuerzo por salir de la deuda. Puede que requiera mucho trabajo y sacrificio, pero vale la pena luchar por su libertad. Para lograr este objetivo y permanecer libre de deuda, tendrá que vivir en la medida de sus posibilidades al establecer un presupuesto que funcione para usted.

Tomado del libro “Prospera”, escrito por Chuck Bentley, de Crown Ministries, Inc.

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